viernes, 16 de octubre de 2009

¿POR QUÉ HABLAR Y COMPROMETERNOS CON LA EXCELENCIA ACADÉMICA? MÁS ALLÁ DEL AULA.

Es prioritario que los conocimientos y los profesionales que se generen y se formen en la Universidad Pública lo hagan con un compromiso real hacia la sociedad en su conjunto. Esta formación debe ser integral, acorde a las necesidades del pueblo  y por supuesto de excelencia.
En las últimas décadas se han venido sufriendo una serie de reformas educativas que han afectado a las carreras de grado favoreciendo a los pos grados, que en su mayoría son arancelados. Esto implica un acortamiento de las carreras y modificaciones en los planes de estudio, tendientes a un perfil tecnócrata,  de aplicadores de técnicas en lugar de intelectuales formados para crear conocimientos. Además existe una competencia desleal con la formación que se brinda en los Institutos Terciarios y una diferenciación de los conocimientos de las carreras de Universidades Públicas respecto de las privadas, desprestigiando a las primeras y dándole mayor validez a las últimas.

La Ley de Educación Superior (LES) aprobada en 1994, fue el marco legal y la puerta de entrada a todas estas políticas que no hacen más que ir en contra de la Educación Pública y de Excelencia. Y junto con esto la creación de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) integrada, por  tres diputados, tres senadores, un funcionario del gobierno, dos rectores de Universidades Privadas, y por tres profesores de la Universidad Pública; organismo evaluador que depende de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación, quién ha sido responsable de la elaboración de "programas especiales" para financiar a las Universidades Nacionales que cumplieran con los criterios empresariales de "calidad y eficiencia" impuestos con la mencionada LES. Así aparecieron, en el marco de la Acreditación, programas  como el PROMAGRO, el PROMEI, ambos destinados a la promoción de las carreras de ingeniería y de otras vinculadas con la producción; y casualmente a las carreras relacionadas con las ciencias sociales no se les ha otorgado ningún tipo de financiamiento.

Otro aspecto importante que hace a una buena formación es el de los viajes de formación complementaria, principalmente porque aportan otras miradas de la realidad, desde la práctica, desde el intercambio de experiencias con los actores del campo popular, y desde el compromiso con las problemáticas de la región y  de otras regiones. Para que esto sea posible es fundamental que halla un aumento de presupuesto destinado a estos viajes por carrera.

En el mismo sentido es fundamental contar con más docentes en los equipos docentes de las asignaturas y sobre todo con ayudantes de segunda rentados que aportan no sólo desde el punto de vista de la formación en actividades de docencia, investigación y extensión sino también desde la relación con sus pares, los estudiantes que cursan las asignaturas.


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