viernes, 16 de octubre de 2009

¿QUÉ NECESITAMOS LOS ESTUDIANTES PARA NO SER EXPULSADOS DE LA UNIVERSIDAD?


BIENESTAR ESTUDIANTIL Y UNIVERSITARIO 

Es un punto neurálgico para nuestro colectivo el abordaje de nuestra concepción, acciones y definiciones políticas entorno a estas problemáticas cuyos debates los enmarcamos como parte de los múltiples proyectos de universidad y sociedad que actualmente se encuentran en  disputa. 

La centralidad manifiesta en nuestra lucha por desarrollar y conquistar muchas de nuestras reivindicaciones que son parte y eco de las que enarbola el movimiento estudiantil emancipador, las asumimos con profundo compromiso transformador. Realzamos nuestras voces de denuncia frente a un entramado institucional perverso que reorienta ya sea por acción u omisión a la construcción de una universidad para pocos. Con mecanismos sutiles de expulsión y rechazo por forjar una universidad realmente democrática en el sentido de acceso, permanencia y egreso masivo de los sectores populares.

Grandes ejemplos más que elocuentes es el sostenimiento de un comedor y fotocopiadora que aún continúan regidos por el interés de un comerciante y no el de concebir  esos servicios como aporte primordial para abaratar los costos de los compañeros/as de sus fotocopias y comidas. Por otra parte, el sostenimiento de pasantías “a dos pesos”, sin obra social. 

 Imponiendo así un criterio mercantilista en las definiciones de política institucional  que nos resistimos a aceptar de modo pasivo. Necesitamos erradicar de manera absoluta estas definiciones si queremos avanzar en que la universidad no se intensifique la expulsión indignante de más compañeros y compañeras por la imposibilidad de sustentarse económicamente sus estudios universitarios.

 Además, ni siquiera podemos pensar en acciones de bienestar estudiantil tendientes al desarrollo de todas las potencialidades culturales-recreativas de los estudiantes que cursan en la universidad.  Es imperioso la creación y sostenimiento como en varias universidades nacionales de los cuerpos de danzas, teatro, cine, bandas musicales, artes plásticas, etc. de la Universidad de Luján. 

 Muchas veces la creación de cultura se deja de lado o se la considera de segundo orden en el desarrollo de la institución y en las propias organizaciones estudiantiles, pero nosotros creemos que este punto es esencial. Primero, como parte de estos espacios de intercambio que fomentan la participación.  Y segundo (pero no menos importante), porque estamos plenamente convencidos de que la construcción de contracultura es parte de un proceso más amplio de construcción de contrahegemonía, que marcha en paralelo y de forma interdependiente a la construcción de una fuerza que denuncia y construye desde otros lenguajes. Así que, lejos de ser algo secundario, el tema cultural es central.

Para nosotros reclamar y aportar desde lo concreto (como el Banco de Apuntes Solidario, Jornadas Culturales, Recreativas, etc.) sobre este eje nos parece fundamental para ir construyendo la universidad popular y de los trabajadores hacia la cual nos encaminamos. Una universidad que no cierra puertas a las clases populares, que no las margina y hace de su expulsión una responsabilidad y frustración individual. Por ello no queremos ser coautores de esta impunidad. Luchamos y debemos intensificar esta pelea sumando a más estudiantes, torciendo el brazo a aquellos sectores que quieren mantener la universidad sólo para algunos “privilegiados”.

Decíamos desde este espacio político  que el Bienestar Universitario no es un simple otorgamiento de becas, entendemos que este eje engloba las múltiples problemáticas que constituyen las condiciones de vida de todos los miembros de la comunidad universitaria.

 Desde esta perspectiva es imprescindible contar con condiciones edilicias y de higiene óptimas, con mobiliario acorde para todas las actividades académicas que se realizan, calefacción y ventilación en todos los ámbitos de estudio y de trabajo, una cobertura de salud para toda la comunidad universitaria, enfermerías equipadas en todos los centros regionales y abiertas mientras haya actividad en la Universidad, etc.

Continuamos exigiendo más becas de monto igual a una ayudantía de segunda centrando el otorgamiento en las necesidades socioeconómicas sobre las académicas; que las pasantías internas no sean menores al doble de un cargo de ayudante de segunda y aporten realmente a nuestra formación; y que las pasantías externas no sean menores al salario mínimo , evitando realizar convenios con empresas que nos utilizan como mano de obra barata o gratuita; es urgente contar con instalaciones gestionadas por los estudiantes, para la recreación, el desarrollo de múltiples actividades culturales y deportivas, como así también para encuentros y congresos estudiantiles, garantizando la participación y alojamiento de los compañeros y compañeras de distintas partes de nuestro país y América Latina; contar con comedores y fotocopiadoras autogestionados por la comunidad universitaria, que garanticen precios accesibles para todos.

Es bien conocido que una parte del estudiantado viene del interior de la provincia de Buenos Aires y en menor medida de otras provincias cuya primera gran odisea es el conseguir un lugar para alquilar. Eso representa sumas importantes de dinero -difíciles de ser cubiertas- y trabas administrativas para su acceso como la solicitud de garantías y un importante caudal de desembolso en primera instancia por parte de las inmobiliarias que genera de modo cada vez más progresivo una preocupación para aquellos compañeros/as que viven estas circunstancia. Para ello necesitamos que este punto sea debatido por la comunidad universitaria y las autoridades de la universidad. Es urgente construir albergues estudiantiles que atiendan a esta problemática tan sentida por una parte del estudiantado.   

Entendiendo el bienestar universitario en su sentido más amplio y totalizante, estas acciones deben ser llevadas a cabo en todos los Centros Regionales, permitiendo en cada uno de ellos el pleno desarrollo de la vida universitaria.

POLÍTICA INSTITUCIONAL DE ACCESO Y  PERMANENCIA: HACIA UN COMPROMISO REAL CON LOS ESTUDIANTES DE LOS PRIMEROS AÑOS. 

Creemos necesario refortalecer la difusión de la universidad y su correspondiente oferta académica en todas las ciudades y pueblos aledaños a la universidad en todas sus sedes. Utilizando todos los medios necesarios para llegar a los potenciales estudiantes universitario a través de las radios, canales de televisión, diarios de la zona. A su vez generar jornadas de difusión dentro y fuera de la universidad, articulando con las escuelas secundarias e institutos terciarios.

La inscripción para las Carreras de Grado en la UNLu se realiza en los meses de octubre y noviembre, cuando muchos chicos aún se encuentran terminando la escuela secundaria. Esto es claramente una política restrictiva en cuanto a ingreso. La inscripción debería darse entre los meses de noviembre y diciembre y nuevamente abrirse en el mes de febrero del año siguiente.

 La llegada de los estudiantes a la universidad, esto es, en el momento de inscripción se debería disponer de mayor personal administrativo de apoyo para que los mismo se sientan acompañados en ese primer paso que en varias oportunidades es vivido como traumático. O al menos de mucha desorientación. En ese mismo momento se debería disponer de un espacio visible a los estudiantes como lugar dónde se les informe sobre los servicios y programas de becas, carnet de colectivo, listado de alquileres, etc. que ofrece la secretaría de asuntos estudiantes. Además, de contar con personal para que si el estudiantes desea realice un recorrido por la universidad.

Este acompañamiento de los estudiantes de primer año también debe pensarse desde lo pedagógico-académico. Varios de los estudiantes que ingresan a la UNLu  han salido del secundario recientemente. Ello significa tener en cuenta los condicionamientos y límites que en general se evidencia en su formación polimodal producto de las reformas educativas noventista que en su oscuridad no hizo más que ir efectuando una “pre-selección” de los hijos de los sectores populares para el ingreso a la universidad en el sentido de “vaciar” la formación.

Y aquellos que pudieron ingresar lo viven como una gran distancia  entre las prácticas educativas de la universidad y el secundario. Frente al primer bochazo se autoconciben como un impedimento y responsabilidad individual que emergen a modo de frustraciones o “incapacidades personales” de continuar estudios superiores. Lo que significar el abandono de un compañero/a.

Sobre acciones y modo de intervención proponemos que se refuercen y amplíen los equipos docentes de primer año de manera de tener comisiones con menos estudiantes por profesor, lo que significaría un mayor seguimiento y apoyo. En comisiones masivas esto es imposible. 

Cabe resaltar que desde las agrupaciones que componemos esta lista a falta de acciones concretas en el sentido mencionado anteriormente venimos desarrollando grupos de estudios para las materias de primer año como propuesta concreta que atienda a esta problemática que atraviesan los compañeros/as. Al mismo tiempo intenta ser un espacio de encuentro, escucha, diálogo, aprendizajes-enseñanzas entre nosotros, los estudiantes.
Resulta imperioso que la UNLu, a nivel institucional, genere investigaciones que le permita conocer cuál es su responsabilidad en cuanto a la expulsión y/o abandono estudiantil en los primeros años, a fin de encarar una política concreta de retención y permanencia, como así también cuál es el perfil  socio-económico-cultural de sus ingresantes como para saber que cosas debe mejorar institucionalmente y crear dispositivos pedagógicos para tal fin. Esto evitaría acciones desarticuladas y políticas que se tornan cómplices de este proceso excluyente.
Otros de nuestros reclamos que solo basta un poco de decisión y voluntad política es ampliar el horario de atención del departamento de alumnos y servicio social. Es uno de los tantos padecimientos bien vivido por los compañeros que por diversas circunstancias no llegan a efectuar los trámites  antes de las 16 hs. en lo que respecta a la sede de Luján. Estamos convencidos que es un despropósito que la universidad que por lo general funciona en el horario vespertino  cierre  una de sus principales oficinas de atención a los estudiantes en ese horario. Para la ampliación de los horarios de atención de las dependencias administrativas en todas las sedes de 9 a 21 hs, con la incorporación de mayor cantidad de trabajadores no docentes. 
Creemos, en definitiva, que la Universidad será realmente para  los sectores populares y trabajadora cuando esta deje de discriminar por ingresos (cupos por cursada, restricciones en la inscripción a las carreras de grado, etc.), por franjas horarias disponibles, por falta de docentes, por materias filtros, por el vaciamiento y/o acortamiento de las carreras de grado y el arancelamiento de los posgrados, por el valor del material de estudio (libros, fotocopias, materiales didácticos, etc.), por falta de infraestructura edilicia…

      
POLÍTICA INSTITUCIONAL DE ACCESO Y  PERMANENCIA: HACIA UN COMPROMISO REAL CON LOS ESTUDIANTES DE LOS PRIMEROS AÑOS.

Creemos necesario refortalecer la difusión de la universidad y su correspondiente oferta académica en todas las ciudades y pueblos aledaños a la universidad en todas sus sedes. Utilizando todos los medios necesarios para llegar a los potenciales estudiantes universitario a través de las radios, canales de televisión, diarios de la zona. A su vez generar jornadas de difusión dentro y fuera de la universidad, articulando con las escuelas secundarias e institutos terciarios.

La inscripción para las Carreras de Grado en la UNLu se realiza en los meses de octubre y noviembre, cuando muchos chicos aún se encuentran terminando la escuela secundaria. Esto es claramente una política restrictiva en cuanto a ingreso. La inscripción debería darse entre los meses de noviembre y diciembre y nuevamente abrirse en el mes de febrero del año siguiente.

 La llegada de los estudiantes a la universidad, esto es, en el momento de inscripción se debería disponer de mayor personal administrativo de apoyo para que los mismo se sientan acompañados en ese primer paso que en varias oportunidades es vivido como traumático. O al menos de mucha desorientación. En ese mismo momento se debería disponer de un espacio visible a los estudiantes como lugar dónde se les informe sobre los servicios y programas de becas, carnet de colectivo, listado de alquileres, etc. que ofrece la secretaría de asuntos estudiantes. Además, de contar con personal para que si el estudiantes desea realice un recorrido por la universidad.

Este acompañamiento de los estudiantes de primer año también debe pensarse desde lo pedagógico-académico. Varios de los estudiantes que ingresan a la UNLu  han salido del secundario recientemente. Ello significa tener en cuenta los condicionamientos y límites que en general se evidencia en su formación polimodal producto de las reformas educativas noventista que en su oscuridad no hizo más que ir efectuando una “pre-selección” de los hijos de los sectores populares para el ingreso a la universidad en el sentido de “vaciar” la formación.

Y aquellos que pudieron ingresar lo viven como una gran distancia  entre las prácticas educativas de la universidad y el secundario. Frente al primer bochazo se autoconciben como un impedimento y responsabilidad individual que emergen a modo de frustraciones o “incapacidades personales” de continuar estudios superiores. Lo que significar el abandono de un compañero/a.

Sobre acciones y modo de intervención proponemos que se refuercen y amplíen los equipos docentes de primer año de manera de tener comisiones con menos estudiantes por profesor, lo que significaría un mayor seguimiento y apoyo. En comisiones masivas esto es imposible. 

Cabe resaltar que desde las agrupaciones que componemos esta lista a falta de acciones concretas en el sentido mencionado anteriormente venimos desarrollando grupos de estudios para las materias de primer año como propuesta concreta que atienda a esta problemática que atraviesan los compañeros/as. Al mismo tiempo intenta ser un espacio de encuentro, escucha, diálogo, aprendizajes-enseñanzas entre nosotros, los estudiantes. 

Resulta imperioso que la UNLu, a nivel institucional, genere investigaciones que le permita conocer cuál es su responsabilidad en cuanto a la expulsión y/o abandono estudiantil en los primeros años, a fin de encarar una política concreta de retención y permanencia, como así también cuál es el perfil  socio-económico-cultural de sus ingresantes como para saber que cosas debe mejorar institucionalmente y crear dispositivos pedagógicos para tal fin. Esto evitaría acciones desarticuladas y políticas que se tornan cómplices de este proceso excluyente. 

Otros de nuestros reclamos que solo basta un poco de decisión y voluntad política es ampliar el horario de atención del departamento de alumnos y servicio social. Es uno de los tantos padecimientos bien vivido por los compañeros que por diversas circunstancias no llegan a efectuar los trámites  antes de las 16 hs. en lo que respecta a la sede de Luján. Estamos convencidos que es un despropósito que la universidad que por lo general funciona en el horario vespertino  cierre  una de sus principales oficinas de atención a los estudiantes en ese horario. Para la ampliación de los horarios de atención de las dependencias administrativas en todas las sedes de 9 a 21 hs, con la incorporación de mayor cantidad de trabajadores no docentes.

Creemos, en definitiva, que la Universidad será realmente para  los sectores populares y trabajadora cuando esta deje de discriminar por ingresos (cupos por cursada, restricciones en la inscripción a las carreras de grado, etc.), por franjas horarias disponibles, por falta de docentes, por materias filtros, por el vaciamiento y/o acortamiento de las carreras de grado y el arancelamiento de los posgrados, por el valor del material de estudio (libros, fotocopias, materiales didácticos, etc.), por falta de infraestructura edilicia…  
Más aulas en la sede central y cada Centro Regional garantizando condiciones edilicias y de higiene adecuadas.  
Para la ampliación en todos los centros regionales de los servicios de Internet e impresiones gratuitos garantizando el libre acceso a todas las aulas de informática durante los horarios de actividad de la UNLu. 
Para la creación de Guarderías gratuita, sin aranceles ni cuotas de ingreso, en todas las sedes y que respondan a la demanda real de la comunidad universitaria. 
Más aulas en la sede central y cada Centro Regional garantizando condiciones edilicias y de higiene adecuadas.

Para la ampliación en todos los centros regionales de los servicios de Internet e impresiones gratuitos garantizando el libre acceso a todas las aulas de informática durante los horarios de actividad de la UNLu.

Para la creación de Guarderías gratuita, sin aranceles ni cuotas de ingreso, en todas las sedes y que respondan a la demanda real de la comunidad universitaria.

MÁS ALLÁ DEL DISCURSO: PROPUESTAS EN DESARROLLO… 

·                   El Banco de Apuntes (BAS) como una propuesta solidaria  para dar respuesta a los altos costos de los materiales de estudio. 
·                   Grupos de Estudio: espacios de encuentro y debate a través del cual se profundizan los aprendizajes, con el fin de proporcionar al estudiantado una alternativa de estudio para superar los distintos inconvenientes que se atraviesan en cada cursada.  
·                   Participación activa en los centros de estudiantes de las distintas carreras y sedes. 
·                   Presencia y acompañamiento de los estudiantes de primer año en los talleres de verano, las inscripciones a las materias y todo el año.


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